Estoy en la ciudad Bávara de Rosenheim. Fronteriza con Austria y con la imponente línea de los Alpes hacia el sur. Es una ciudad menuda y recoleta con bastante bullicio como otras ciudades Alemanas. Cuando hablo de bullicio me refiero a lo que un observador percibe al ver un gran número de terrazas repletas de gente disfrutando del tibio sol del mes de setiembre. En sus calles se aprecia una gran actividad comercial con paradas de frutas en medio de las plazas, algún mercadillo y muchos viandantes. La mayor parte del centro está pensado precisamente para recorrerlo a pie con calles empedradas y casas color beis, verde o naranja. El bullicio aquí es más silencioso que el de España, en estos precisos instantes estoy sentado en una mesa de Care Vision esperando a que llegue una persona y de fondo percibo la melodía resultona de un xilófono que lleva ya un rato sonando. Justo ahora llega a mis oidos la melodía de la canción New York, New York de Frank Sinatra. La verdad es que es todo un placer para los sentidos.
En medio de un mundo que parece empeñado en irse al carajo, estar aquí es como una pequeña evasión a los problemas del día a día, es una especie de Kit kat al inconsciente desatino psicológico al que estoy sometido durante estos días. No obstante no voy a hablar de ello porque estropearía el cuadro que os estoy pintantdo con el pincel de mis palabras. ¿Qué más os puedo contar? El cielo está casi completamente azul con sólo unos pocos de nimboestratos surcando el cielo limpio y luminoso. El aire de la mañana es frío pero frío de verdad, del que te hace ponerte el abrigo aunque a medio día la temperatura es primaveral, rondando los 20 grados. Periódicamente se percibe también el sonido insistente de las campanas de las iglesias que aquí tienen un aire oriental con torres coronadas con cúpulas del estilo de las iglesias ortodoxas, no se cómo se denominan ese tipo de cúpulas y tampoco se si me entendéis pero al principio pensé que eran mezquitas en lugar de iglesias y no, son iglesias. Tampoco se si ese estilo de construcción es el típico de Baviera o de otras partes de Alemania. El caso es que me pareció que en Frankfurt las iglesias no eran así. Ya lo averiguaré y os lo haré saber.
En los bares las camareras van vestidas con sus trajes típicos que pienso son de estilo tirolés. Como anécdota el primer día vino uno de los responsables de Care Vision Alemania vestido con un pantalón corto de pana y tirantes, se ve que es el traje tirolés típico y la verdad es que el tío era cachondísimo, se tomaba las risas de los demás con mucho humor.
A pesar de todos los pesares, me encuentro bastante fatigado sobre todo mentalmente, estar durmiendo fuera me agobia, hecho de menos a mi gente y estoy con peña con la que tengo que medir cada una de mis palabras, mis gestos, lo que como delante de ellos, etc,etc. No se todo es un poco agobiante. Al menos el xilófono me aleja de este cuchitril.
Rosenheim, Baviera, Alemania, 22 de Septiembre de 2011
viernes, 23 de septiembre de 2011
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