jueves, 20 de octubre de 2011

Te estoy amando locaaamente...

Desde Nüremberg, Alemania, donde he pasado una semana más de extrés laboral que me provocan jaquecas e insomnio os escribo estas palabras una vez conocida la muerte de Gadaffi. Hace unos meses la operación Jerónimo comandada por el ejército americano acabó con la vida de Bin Laden y ahora no se sabe cómo pero parece que uno de los dictadores más atroces de las últimas décadas ha pasado a mejor vida, ha sido asesinado. Una vez más esta noticia no me reconforta para nada, al revés me preocupa un mundo cuya civilización pienso, se empeña en irse al garete sin remedio. Donde la única forma de resolver los problemas es a base de bombazos. Se suponía que el ser humano tiene inteligencia y a diferencia de los animales dicha inteligencia le permite tomar decisiones inteligentes y asistimos a la muerte de una persona, a la emisión pública de fotos de su cadáver entiendo que para escarnio público. Me parece lamentable que los que hace unos pocos años o meses hacían negocios con este personaje ahora sacan la bandera de la libertad para justificar un asesinato que siempre es terrible. Y en este caso estoy seguro que después de Gadafi, pues vendrá otro y después de Bin Laden pues aparecerá otro quizá mucho más cruel que aquel. Así no se resuelven los problemas que acucian la humanidad.
Estoy realmente impactado de lo inhumanos que podemos llegar a ser los humanos. De lo insolidaria que es nuestra sociedad. Todo ello me da que pensar en aquello de que el hombre es el único ser vivo que tropieza dos veces con la misma piedra.
A mis hijos les diría otra frase que escuché en la película Juegos de guerra; "La guerra es el único juego en que la única manera de ganar, es no jugar". A ver si la humanidad se da cuenta que la guerra no es el camino.

Nüremberg, 20 de octubre de 2011