martes, 28 de abril de 2009

Ayer

Mi moral está por los suelos, estoy muy triste. Ayer despedimos a mi primo, no me lo puedo creer lo que ha pasado. Todavía no me lo creo. No hago más que pensar que mi primo lo estaba pasando mal y yo no hice nada, no le llamé, no intenté hablar con él. La vida es terrible, cruel.
No se qué decir, no se cómo expresar lo que siento, es una mezcla de incredulidad con sentimiento de culpabilidad, no puedo evitarlo. Pienso ahora que yo estaba disfrutando en semana santa y él estaba sólo, pasándolo mal, sin nadie con quien hablar. Mientras sucedía todo, yo estaba disfrutando, estábamos en una discoteca, sin ser consciente de lo que estaba sucediendo. No se, no puedo evitar pensar en ello. Me viene a la mente los momentos vividos cuando éramos niños, los largos veranos en Santa María. Si tengo ganas algún día daré detalles pero ayer durante el entierro no cesaban de llegar a mi mente, momentos llenos de felicidad y de despreocupación. Ahora estoy trabajando sin ganas, supongo que es normal, el tiempo lo cura todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario